lunes, 3 de noviembre de 2014

Desaprendo.

Porque siempre me pasa lo mismo, siempre ocurre igual. Porque es injusto y no me lo merezco. Necesito que las cosas empiecen a llegar a tiempo, cuando deben ocurrir, no más tarde. Por favor, que se olviden de las promesas, de las palabras, y pasen a la acción. Quiero ver resultados, en el presente, ahora. Quiero no tener que pensar en el pasado ni que vivir en el futuro. Quiero que llegue a tiempo, cuando yo quiero, cuando es natural, cuando debe ocurrir. Dejar de viajar a la velocidad de la luz mirando por el retrovisor.


Y dejar de decirme a mí misma, una y otra vez..."No me digas que no te lo advertí. Idiota: ha vuelto a pasar y volverá a ocurrir."


Prueba y error (Izal).

En pretérito imperfecto.

"En tiempo pasado se vive mejor", se suele decir...pero no es mi caso. Si hay algo que creo que caracteriza muy bien mi vida es que ninguna de las decisiones que tomo y sus consecuencias se podrían explicar sin hablar en pasado. Es por eso que para mí, este tiempo verbal, una sombra constante, un fantasma, una serie de lecciones constantes. Mi pasado no se construye con recuerdos sino con premoniciones; mi pasado es, también, mi presente y mi futuro.

En parte, todo esto mi culpa...por lo que, en parte, todo esto es culpa de mi pasado.

...to be continued.

Este blog es una continuación de aquel llamado Slice of life (http://d-sliceoflife.blogspot.com) del cual yo misma era autora pero del que, debido a mi desacertado abandono. perdí la cuenta. Así que recupero todo lo que escribí, con sus fechas exactas, para poder continuarlo con una nueva imagen y (quién sabe) visión.


Sí, la foto de fondo vuelvo a ser yo misma, aunque diferente. Ya no soy una niña. Ya comprendo que las cosas no son blancas o negras y que nadie, ni yo misma, tiene una sola cara, una sola piel. Y aunque a veces parece que río, que estoy bien, que he olvidado, es sólo una máscara. Es parte del instinto de supervivencia, supongo.


miércoles, 15 de octubre de 2014

Ruta 66.

Hemos visto una señal. “Tramo de concentración de accidentes”. Voy a pisar el acelerador. Si alguien sale herido declararé estado de enajenación mental. Si todo sale bien, llegaremos a Méjico y el timón será todo tuyo. De momento déjame a mí.




Días extraños. (Nacho Vegas).



[Lunes, 16 de septiembre de 2013, 18:42]

Entonces.

"Cuando por fin se encuentran dos almas
que durante tanto tiempo se han buscado la una a la otra entre el gentío,
cuando advierten que son parejas,
que se comprenden y corresponden,
en una palabra, que son semejantes,
surge entonces para siempre una unión vehemente y pura como ellas mismas,
una unión que comienza en la tierra y perdura en el cielo.
Esa unión es amor,
como en verdad muy pocos hombres pueden concebir.
Amor que es una religión, 
que deifica al ser amado
cuya vida emana del fervor y de la pasión
y para el que los sacrificios más grandes 
son los gozos más dulces."

(Victor Hugo.)


Felicidades, hermana, de corazón.




[Lunes, 16 de septiembre de 2013, 00:25]

"Winter is coming"

Hay días en los que no sé distinguir el bien del mal. Días para hibernar. Días que son semanas. Días que abrasan, que resbalan, que agarran, que se desparraman.

Pero cuando son los monstruos los que hibernan yo puedo cerrar los ojos y deshacerme en cenizas, escamas y diamantes; y vuelo y me cuelo y soy mil piezas de un puzzle que no se volverán a encontrar. Te busco las cosquillas, me deslizo por tus venas al ritmo del sonido de los cuchillos que esquivas. Y de repente soy agua, miles de gotas, partículas que llevan mis ojos, mi boca, mis ideas; cada una de las razones por las que me gustan el color verde, el número ocho y tú. Y tú, perfecto recipiente, dices mi nombre en voz alta y las recoges en una sola sombra. Un solo ser:

Us (Regina Spektor).



[Lunes, 26 de agosto de 2013, 23:24]

En tiempo pasado se vive mejor.

Fui vino de reserva, fui mala cosecha.
Quise ser poesía y me convertí en trabalenguas.
Era piedra en el camino cuando creía ser bastón de ciego.
Fui estrella polar, fui agujero negro.
Resurgí de cenizas pero me volví a quemar.
Quise ser misterio y resulté obviedad.
Fui patito feo, fui cisne, fui carne de cañón.
Era una ignorante cuando creía tener razón.
Fui aguja en un pajar, fui puta sin cobrar.
Resurgí de cenizas pero me volveré a quemar.
Tú me dirás que la voluntad era mía,
yo te diré que no quise querer jamás.



[Jueves, 22 de agosto de 2013, 15:48]

Qué más da.

Ven, que te quiero arropar con sábanas de espino. Dormir abrazada a ti y quemar el frío. El sabor de tu saliva a ron aguado, a errores del pasado. No sé quién aprendió de quién; a herir, a doler. Tampoco me importa. Tumbados sobre el parqué. Fuera caen gotas que son de cristal, que atraviesan la piel. Y dentro mueren las cosas que no serán. Pídeme que te cante. Pídeme, pídeme.



[Jueves, 8 de agosto de 2013, 20:17]

Cajas de música difíciles de parar.

Dios, dioses, destino, azar...¿tan difícil es creer en uno mismo y sólo uno mismo?, ¿en la vida, la muerte, nuestros actos y sus consecuencias?

Bien es cierto que yo no soy quién para juzgar, pues aun siendo verdad que soy fiel a un radical ateísmo, he de decir que en algunos recovecos de mí hay sitio para el destino. Sin embargo, no se trata de un destino ajeno a mí sino forjado por mí misma, un destino que yo me he creado y que, por fortuna o desgracia, se desmorona a cada momento.

Sea lo que fuere (el Destino, Buda o Alá) ahí estoy yo, y ahí están las decisiones que tomo y las consecuencias que tienen. Si a esto le sumamos el azar obtenemos una vida (o mi vida, por lo menos). Suena muy sencillo, sí. Pero la verdad es que a veces ocurren esas cosas que están fuera de nuestro alcance y que parecen fruto del azar pero que presentan demasiadas coincidencias para ser así...¿será la casualidad?

Tendré que creer en la casualidad.



[Miércoles, 19 de junio de 2013, 2:16]

Brainstorm.

Algo no funciona cuando yo hablo en futuro mientras tú lo haces en pasado.


Vendo miedo, a buen precio. De calidad, del que acojona.


Desintoxicando, solidificando, erosionando.



Extraña.
Quién está viviendo mi vida.
De quién son estas manos que acarician la pared.
Más fuerte, y sigo sin sentir que son mías. Las miro y son ajenas a mí.
Lo peor es que me suena su cara.
Tal vez…tal vez la extraña soy yo.
¿Quién es ella? ¿Qué hago aquí?


Deber, poder, querer...me sobran verbos.


Yo, yo misma y mi obsesión con tu piel.


La vida da las vueltas que tú decides...y unas pocas más.


[Domingo, 12 de mayo de 2013, 16:29]

martes, 14 de octubre de 2014

En el país de Nunca Jamás.

Ese niño que llevas dentro de ti, ¿tiene tu mismo nombre?, ¿cómo se llama?, ¿cuántos años tiene? Dile que salga a jugar. ¿Cuánto tiempo lleva en ti? ¿Y hasta cuándo se va a quedar? Sé que muchas veces se apodera de ti.

Es gracioso, divertido, me encanta jugar con él, verle reír, hacerle feliz. Sin embargo, hay tantas otras veces que se vuelve oscuro, que se encierra en sí mismo y tiene esas cosas de las que no habla y que son para mí tan difíciles de comprender...¿cómo funciona su mente?, ¿en qué piensa? Se pone contestón, vacilón. Se enfada. Pero es de esa rabia infantil tan apasionada, sentida y, a la vez, absurda que le nace del estómago y le cierra la garganta. Es orgulloso. Es egoísta. ¿Cuánto tiempo más va a estar?, ¿y qué pasará cuando se vaya?, ¿desaparecerá también tu faceta juguetona y dulce?, ¿tu cariño inocente, puro y espontáneo se volverá entonces rutinario y vulgar?

¿Se irá algún día? Pensándolo mejor...¿eso es lo que quiero, que se vaya?, ¿no puede haber un término medio? Le he cogido cariño a ese niño, pero necesito que empiece a comprender, que empiece a hablar y a pensar algunas cosas como un adulto. ¿Existe acaso esa posibilidad?



[Jueves, 9 de mayo de 2013, 15:18]

Poesía.

Ojalá (Silvio Rodríguez)




Ojalá el mundo estuviera lleno de éstos. Qué fácil resulta expresarse con sus palabras en nuestras bocas. A los poetas. A los cantautores.



[Lunes, 29 de abril de 2013, 00:13]

A veces, destellos mentales.

Qué especie, ésta, la de los humanos.
Creen ser únicos, originales.
Creen ser originales incluso en lo que respecta a sus errores.
Y lo que ignoran es que ése, ése es el primer error de todos.







Sorpresa.



Relato de un error (Nacho Vegas)




[Sábado, 13 de abril de 2013, 19:26]

Mis actos inexplicables.

Puede que suene a tópico, pero la verdad es que hay canciones que, sin decir nada, son capaces de transportarte a lugares en dimensiones que nunca antes habrías imaginado. Lugares que se encuentran dentro de ti. Cuando las vuelves a escuchar regresas a ese lugar y te sientes en casa. Haces de cada detalle, de todos sus olores, tuyos. Otras veces, ves una puerta que no conocías y, al abrirla, descubres un nuevo rincón. Así, hasta que es tan tuya que el hecho de que tenga un autor llega a parecerte absurdo. Es para ti. Te llena. Te recorre el cuerpo. Es tuya. Poco a poco, todas esas canciones van formando un férreo rompecabezas a lo largo del tiempo que, por mucho que lo intentes es, inevitablemente, tuyo.

Actos inexplicables (Nacho Vegas)





[Sábado, 1 de diciembre de 2012, 23:35]

Como el mismísimo fénix.

Como decíamos ayer...

Sí, llevo mucho tiempo sin pasar por aquí. ¿Quieres saber por qué? Te daré una breve y concisa respuesta de boca del propio Joaquín Sabina:

Las canciones deben ser tristes, porque siempre hablan de desamor, de fracaso; cuando estás en ese momento, tan escaso en la vida, de pasión compartida, no se escribe, se vive.

Nada más.



[Lunes, 20 de noviembre de 2012, 21:58]

Incidente en el bucle infinito.

Con prisas y sin desayuno, como cada mañana. En el mismo momento en que abre la puerta siente el juguetear del frío en su nuca y cómo araña sus mejillas. Y poco a poco el calor del sol va cerrándole los ojos y adentrándole en la poquedad del día. Entre las paredes de la Rúa se escurren los cuerpos y se aíslan las mentes. Duran una eternidad esos doscientos metros buscando, como cada día, una chispa en la mirada, una banda sonora, un olor electrizante congelados en el tiempo. Un tímido visaje que lo vuelva loco. Pero al doblar la esquina sólo encuentra, como cada vez, al mendigante desengaño, a la trashumante decepción. Las ganas y el misterio se desvanecen en él.



Con retraso y sin preocupación, como cada mañana. En el mismo momento en que abre la puerta, siente el hormiguear del calor en sus manos y cómo acaricia su tez. Y poco a poco la humedad del aire va adhiriéndosele a los huesos y sumiéndole en la soledad del gentío. Entre las paredes del aula se amontonan los cuerpos y se encadenan las mentes. Duran un milenio esos varios pasos tanteando, como cada día, un gesto amable, un silencio incómodo, una palabra educada anclados en el hábito. Un cordial saludo que lo llene de tedio. Pero al volver la cara encuentra, por primera vez, al electrizante olor, a la chispeante mirada. Las ganas y el misterio se apoderan de él.



[Miércoles, 15 de febrero de 2012, 22:54]

Puedo ponerme cursi y decir...

Quiero aprender a vivir tus días, quiero que me enseñes.
Pégate a mí, contágiame. Arrástrame contigo.
Haz que me tiemblen los labios.

A la orilla de la chimenea (Joaquín Sabina)




[Lunes, 13 de febrero de 2012, 15:38]

[Tal y como prometí.]

(10/02/2012) 

Querida Diana:

¿Cómo te va?
Hoy he estado pensando en ti, pensando en ti…bastante. Y, como supongo que imaginarás, tengo muchas preguntas.

¿Cómo están las cosas por ahí? ¿Dónde estás y qué haces ahora?
¿Cómo están papá y mamá? ¿Tienes ya sobrinos? ¿Son guapos?
¿Cómo anda la Ciencia? ¿Qué música se escucha ahora? ¿Has conseguido escribir algo decente? ¿Y cómo va eso de la música, de cantar?
¿Cómo está nuestra ciudad? ¿Qué ha sido del país? ¿Quién gobierna, quién se revoluciona? ¿Llegó la Democracia Real a ser una realidad? ¿Están la tolerancia e igualdad a la orden del día?

Por aquí ya sabes, todo como siempre. Las cosas empiezan a tomar forma, la gente comienza a darse cuenta. Pero de momento pocos se mueven. ¿Recuerdas? Todo empezó con el 15-M y fundaciones musicales y literarias como Robo y Asalto (http://www.fundacionrobo.org/  http://esunrobo.bandcamp.com/  http://www.fundacionrobo.org/asalto/ ).
La gente comienza a estar harta. Poco a poco se van uniendo voces y, sutilmente, se puede entrever una reacción, un futuro que vale la pena.
“Es la bomba que va a estallar.”

Me dejo ya de rollos, estoy demasiado impaciente por tu contestación como para seguir escribiendo. Espero una detallada y reconfortante respuesta.

Hasta dentro de unos años,

Diana.

PD: No sé si te acordarás, pero hoy es el día en que condenaron al juez Garzón (además de por investigar los crímenes del franquismo) por investigar el caso Gürtel (sí, el único condenado). La política y la justicia de este país tienen una ironía un tanto retorcida.



[Jueves, 9 de febrero de 2012, 1:55]

Supernova.

Amanece envuelto en llamas y se pregunta cómo ha podido volver a suceder, cómo puede ahogarse uno entre tanto oxígeno. Habrá de acostumbrarse al calor, convertirlo en vital. Verá carbonizar sus heridas, como pavesas. Y dejará que se acomode el ir y venir sobre su pecho, las burbujas en su garganta, se sentará a esperar una inevitable guerra. No va a intentar nada, no esta vez.

Y no habrá velocidad, ni amargura en el café, ni misterio en las palabras. No habrá tensión en el aire, ni rojo pasión. No habrá lunes, ni jueves, tampoco mes de abril. Nada de inmersiones en aguas profundas, que le jodan a la primavera, no va a jugar. Cerrará los ojos, dejará que resbale.

Un cosquilleo, una implosión.




[Lunes, 6 de febrero de 2012, 2:23]

The Wall.

Me he recorrido ya todas tus esquinas,
conozco todas tus grietas,
y sigo sin saber dónde está el cuarto de las calderas, 
dónde guardas mi control a distancia.
Muéstrame la salida de emergencia, 
tus lunares, tus monstruos, tus ganas.
Cuéntame quiénes son los fantasmas que te habitan,
sin son de papel tus paredes, si son de piel,
a dónde lleva esa puerta de atrás.
Qué se ve por tus ventanas,
qué secretos esconden tus telas de araña.
Déjame encender tu hogar,
déjame quitarte el polvo y desenterrar, 
arreglar esas goteras.
Permíteme impregnar con mi perfume 
cada una de tus habitaciones,
llenar tus estanterías de historias.
Y que se enrede el verde en tu espalda,
que nos salgan raíces,
y que me encuentren así,
respirando tu aire, viviendo de ti.



[Lunes, 30 de enero de 2012, 23:47]

Cartas de un padre.

Me pregunto hasta qué punto un padre lo es para su hija por cuestiones biológicas o de convención, si es cuestión de sangre. Cuál es el límite entre la admiración racional y la que corre por las venas.

Desde pequeña he sido consciente de que tenía ante mí la mayor fuente de sabiduría, cultura e inspiración que sería capaz de hallar en toda mi vida. A día de hoy eso no ha cambiado. Mi padre: escritor, pintor, fotógrafo, incipiente músico, amante de la naturaleza y la justicia en todas sus formas. Sabio y artista. Y no hace falta que nadie me lo diga, ni que me lo niegue, está en su forma de mirar.

No podría ser mayor mi admiración hacia él, y eso, eso está en mi forma de mirar. Siempre va a ser para mí la pista a seguir, mi constructor de sueños, mi lugar seguro, mi reconciliación con el mundo. Y sé (porque lo sé), que quiera o no nunca va a dejar de existir ese hilo que nos une y que nos permite hablar como a nosotros nos gusta, que nos sacude hasta sacarnos las lágrimas.


Tienes una hija que se va de casa porque estudia en otra ciudad y piensas "la abrazaré y le diré que la quiero con toda mi alma", por aquello de que uno se va haciendo viejo y ¿quién sabe?. También piensas que es excesivo y que no servirá de gran cosa, que no añadirá nada a ese sentimiento tan puro que te embarga por la inminente separación, es más, quizá la acción de despedirse aparatosamente empañe el momento o lo diluya.  Cuando esa hija llama por teléfono, piensas que podrías ponerte al aparato y "qué tal estás, por aquí bien, bueno, tengo ganas de verte", y decides que nada que, de nuevo, no vale lo que cuesta, que de no decir "te quiero...", algo que tu hija ya crees que sabe, no tienes nada mejor que lo sustituya.  Deberías escribirle y sabes que deberás hablar de sentimientos, pero de "eso" parece que ya tendrás tiempo y que, en todo caso, "mi hija ya supone que yo..."  Un día, lo que tú no has hecho lo hace tu hija. Es ella la que te escribe para decirte casi lo mismo que dirías tú; para decirte que escribe "chorradas".  Cuando las lees, te das cuenta que se trata de ella, que hablan de ella, de qué otra cosa puede hablar uno si no es de sí mismo.  La soberbia, es precisamente la suposición de que somos capaces y competentes para hablar de los demás, de lo demás.  Sólo podemos hablar de nosotros mismos, porque estamos solos, somos solos, en una continua depresión que nos obliga a hablar a través de nuestras heridas, como mucho, por medio de nuestras cicatrices.  Somos seres heridos obligados a hablar a través de la boca, la lesión más humana que pueda concebirse, por ella vivimos y morimos, sin remisión, por ella soñamos y nos hacemos a la idea de que no estamos solos; más bien nos engañamos. La palabra, las palabras de esa hija ausente, oráculo de su herida, hermanas de mis palabras, portavoces de mi soledad, justifican mis sentimientos, someten mi irreductible pesimismo.  ¿Estaré equivocado? Quizá por encima de pre-tensiones, más allá de toda racionalidad, sometido a lo que verdaderamente tiendo, claudicando al sentimentalismo,  deberé confesar, para que no quede duda, para espantar mi soledad, que te quiero mucho.

Un abrazo de tu padre.
Jesús Viñuales.



[Jueves, 26 de enero de 2012, 1:14]

Cómo iluminar una habitación.

No es justo. Cuando está todo es mezcla de sonrisas inocentes y lujuria, y cuando se va se lo lleva con él. Me parece que estoy confundiendo conceptos.

Esa sensación de saber que esto se acabará, la sensación de no saber si hay algo realmente eterno o solamente la ansiedad del ser humano por que algo sobreviva a su existencia. El miedo a la intrascendencia. Una sensación tan fría como la de estar contemplando el ruido blanco en una gran pantalla.

No sé desde dónde estoy viéndolo. Es como una película de la que ya sé el final, y aún así me quedo a verla, esperando un giro en la historia o la muerte de la protagonista. Pero no hay villanos ni chicas preciosas; no hay milagros ni tragedias. Sólo el desquiciante suceder de la vida, que te deja con la miel en los labios, la ropa a medias y el corazón en un puño.

¿Dónde se esconde? Empiezo a cansarme de esperar…empieza a ser crónico.



[Lunes, 23 de enero de 2012, 20:30]

Luv.

8:00  Me despierto con la piel cosida al cuerpo. Una mañana más siendo una muerta viviente.

10:30  Llega y enciende. Puedo sentir cómo mis entrañas juegan al escondite cuando él me mira, cuando me toca.

12:30  Vuelvo a casa para hundirme en la autocompasión. Dentro, una a una van apagándose las luces.

16:00  Me he quedado dormida. Despierto y me faltan pedazos. Música que me acelera, pero soy de plomo. Me derramo por la habitación.

18:00  Demasiado bueno. Pero si es que no hace nada mal, y yo me empeño en que va a fallar.

19:00  Un poco más de él y es suficiente para ver los tejados de otras casas, ¿cuánto mido ya?

21:00  Vuelta a la drogadicción. Debería calmarme, confiar. Me falta el aire y me sobra voracidad.

00:00  Y sigo aferrándome. Me sobran horas y me faltan minutos. Me sobran todos y me falta él.

02:00  Ya no me queda piel. Una noche más en carne viva, con este pequeño monstruo latiendo. Seguirá despierto, recogiendo, cosiendo, curando…hasta mañana.



[Jueves, 19 de enero de 2012, 18:20]

Jaque mate.

Un día me dijeron: “No pienses en venganza, déjalo que pase, olvídalo. Será lo mejor.”
Hoy me veo capaz de matar.

He perdido ya la cuenta de cuántas veces he ardido de esta manera. Me convierto en cenizas, y antes de darme cuenta ya estoy ardiendo otra vez. Hierve el mercurio que me corre por las venas. Se hunde mi pecho y se ancla. Presión. El aire no pasa por mi garganta, voy a estallar.

Ganas de romper, de acuchillar, de gritarle a todo el mundo quién eres.
¿Quién eres? No lo sé, la verdad. La única respuesta que se me ocurre es: ni la millonésima parte de lo que podrías haber sido. Quien no dices ser.

¿Que no quieres que vuelva a hablar sobre ti? No te preocupes, lo has perdido, te lo mereces.

Lo has conseguido, esto es lo que querías, verme furiosa. ¿Te has divertido, verdad? Pues vigila tus espaldas, y bien sabes que esto no es broma, bien sabes que la cordura no es mi punto fuerte.

¿Acaso no te das cuenta? Durante mucho tiempo sólo has hecho que cavar tu propia tumba. Y no porque yo vaya a matarte (oh, no, no), bien sabes que soy una exagerada.

Pero ya me lo contarás, ya echaremos cuentas.



[Lunes, 16 de enero de 2012, 23:18]

Es sólo un pinchacito, no te dolerá nada.

No puedo dejar de mirarte. Estás aquí a mi lado, dormidito, como un ángel. Sin duda eres lo más ñasdñljfadslfajs que he visto…joder, no me puedo creer la suerte tengo.
No te vayas, no quiero, no puedo. Me niego. Si es que aún no te has ido y ya tengo ganas de volver a verte, de no soltarte, de besarte hasta que duela.

Y sé lo que va a pasar cuando despiertes. Y sé que me va a entrar el pánico.

Cuando veas las señales de humo déjame decirte que te lo avisé, que esta mala mujer viene sin garantía y sin un duro. No hay manual de instrucciones ni ticket de devolución.



[Domingo, 15 de enero de 2012, 2:32]

261612214

[Lo que puede dar de sí un viaje en autobús.]

Tras una larga conversación con mi almohada, como se suele decir, he sacado en claro una de las cosas que no me gustan sobre cómo va esto:
Desde el principio dije que este blog no era más que una manera de volcar mis pensamientos para tenerlos más claros y así intentar aclararme yo misma. Pues bien, he llegado a la conclusión de que tal vez eso no sea más que una excusa para justificar el hecho de que no tengo nada interesante que decir, nada relevante que aportar al mundo. Habiendo leído otros blogs me he dado cuenta (sin sorpresas) de que la gente los suele usar para dar su opinión sobre algún tema interesante o casos parecidos, y ¿qué hago yo? hablar de mí.

De todas formas esto tampoco es que me perturbe demasiado, por lo que he dicho antes: este sitio es para mí, como ayuda. Pero claro, me jode darme cuenta de que no sé nada sobre nada. ¿Por qué? pues no sé, no es desinterés, simplemente vagueza. Y como buena vaga voy a pasar de esto, me la suda bastante. (Vuelta a la bipolaridad).

***

Eres pura contradicción, amor.
P'aquí, p'allá. Báilame el agua, déjame en paz.
Y yo aquí bailando y por allá dejando, esperando que la vida tenga el capricho de volvernos a juntar, pero con condiciones favorables esta vez. Pues bien sabe ella que me debe una.

***

Sin duda alguna Huesca no me sienta bien. Me ha dejado hecha polvo. Algo se ha infiltrado en mi sangre. No sé, un virus. Un virus que hace que cada vez que la noche cae, mi reflejo, el reflejo de cualquier cosa me intenta decir algo. Como si quisieran gritarme y advertirme de un peligro, de un error…y cada vez que la noche cae me siento más y más extraña, como si en realidad viniera de dentro de mí. Y cada átomo de mi cuerpo tira en una dirección. Y duele.
Me voy a romper, lo sé.


[Domingo, 8 de enero de 2012, 22:54]

La llama 'su otra casa'.

Llevo todo el día sin poder sacarme esta canción de la cabeza...a ver si esto funciona.
Crucemos los dedos.

Elephant (Damien Rice) 


"What's the point of this song? Or even singing?
You've already gone, why am I clinging?

Well I could throw it out, and I could live without, and I could do it all for you, I could be strong.
Tell me if you want me to lie, 'cause this has got to die. I said, this has got to stop, this has got to lie down, down, with someone else on top.
You can both keep me pinned, 'cause it's easier to tease. But you can't make me happy quite as good as me...

...well, you know that's a lie."


[Jueves, 5 de enero de 2012, 1:19]

Cinco minutos más...

Quizá me he quedado dormida y todo no es más que un sueño. Quizá mañana despierte y siga malgastando mi vida con el mismo capullo, siga viviendo con mis padres, ahogándome en esta ciudad, estudiando algo que detesto y condenada a un futuro sin felicidad. Si es así…que no me despierten, que me dejen seguir soñando.

Qué quieres que te diga, después de haber sobrevivido al peor año de mi vida (2010), el 2011 no empezó mucho mejor…pero ha resultado ser el cambio que necesitaba (aunque, por desgracia, no me haya tocado la lotería).

Y aun a riesgo de caer en un tópico…sí, voy a hacer una lista de lo más importante que me ha pasado en este año (o lo mejor que me ha pasado, que, por suerte, es lo mismo).
Lo mejor de esta lista es que casi todo son personas, por lo que seguirán conmigo (espero) en el 2012.

- Liberarme del cáncer llamado Diego con el que cargaba hacía ya más de dos años.
- Poder vivir de verdad.
- Recuperar a mi familia y a mis amigas y aprovecharlas al máximo.
- Ricardo, sus ojos, sus charlas cerveceras y sus besos.
- Verano espectacular: Demasiadas idas de olla, viajes, conciertos, FIB, ArenalSound, San Lorenzo...
- Ángel y sus pajariqueos. 
- Salamanca, bonita, preciosa.
- Poder estudiar la carrera que me encanta.
- La de fiestas que me he pegado sin pensar más.
- Javi y sus torpezas.
- Conocer a gente insuperable: Manu, Adri, Cris, Bea...
- Mario, sus cosquillas y su nomepuedoenfadarconél.

Unas cosas más importantes que otras, pero imprescindibles todas. 

Felicidad inmensa, ésa que yo sólo solía sentir en sueños.
¡No me despiertes! Dame cinco minutos más...que se conviertan en toda una vida a partir de ahora.


[Sábado, 31 de diciembre de 2011, 16:39]

Voldemort (o las palabras prohibidas).

[Después de empezar unas quince veces esta entrada...venga, va, a apechugar. Tengo muy claro lo que quiero decir, pero parece que mis palabras están en huelga...pues no voy a ceder, aquí o se trabaja o se trabaja.]



¿Sabes? Es como ese momento en el que dejas de oír a tu alrededor, en el que el aire se vuelve espeso y de repente hay menos luz. Millones de ideas aparecen de la nada y revolotean, se cruzan entre ellas a velocidades incalculables. Pensamientos contradictorios como destellos fugaces, que te marean y dificultan tu respiración.
Y tú, con la mirada fija en un punto, tensión en el cuello, el corazón vibrante, la piel a punto de evaporarse y labios entreabiertos, no dices nada. Dejas escapar el aire y algo se cabrea dentro de ti, vuelves a la realidad. ¿Por qué no lo dices? ¿Por qué te lo callas?

No me digas que no estabas segura, lo estabas sintiendo. No me digas que ya no sabes si es o si sólo quieres que sea. No me digas que estás esperando a que llegue el de verdad, el que no te haga dudar.
Te crees que controlas, que sabes cuándo vale la pena y cuándo es uno más. ¿Acaso no te ha enseñado ya la vida que en eso te puedes equivocar? ¡Aaay, tonta, más que tonta!
Además, ¿sabes qué?, decirlo siempre que te venga a la mente no lo hace menos especial.


Vamos a hacer una cosa: Dile a tu cabecica que no hable tanto y que se dedique a los estudios de una vez. Aprovecha todo lo que puedas, déjate llevar y que sólo te frene tu sentido común. Total, mucho más no te pueden joder, ¿no crees?


[Domingo, 18 de diciembre de 2011, 23:53]

Sí, es mi monotema.

Qué difícil nos resulta humanizar a nuestros ídolos. Y es que todos tenemos a alguien idealizado, y reconocer su imperfección, sus fallos…no es tan fácil como pueda parecer.

Mi caso es el de Nacho Vegas: cantautor favorito, compañero inseparable de viajes, de cualquier tipo de tarea, opiáceo por excelencia, amigo con empatía insuperable, depresivo esencial. Vamos, que no me lo cambien.
Siempre que enciendo mi mp3 o el ordenador abro la carpeta 'Nacho Vegas', la pongo en modo aleatorio y empiezo a recitar canción tras canción, de memoria. No me canso. Está claro que no todas las canciones me encantan, ni me parecen igual de buenas, pero mi opinión sigue manteniéndose.
Sin embargo, un fantasma me persigue desde que escuché su última creación, “Cómo hacer crac”, y quiero deshacerme de él de mi forma preferida: escribiendo.

Hablando sinceramente: Todos sus discos/EPs, hasta “El género bobo” (2009), son, a mi parecer, puras obras maestras. De la primera canción a la última, destacando algunas como El hombre que casi conoció a Michi Panero, El ángel Simón o Dry Martini S.A., y obviando algunas otras como Maravillas de la condición humana.
Por ello no es de extrañar que, tras dos años esperando que sacara nuevo material, y visto lo visto, la expectación fuera enorme y la decepción peligrosamente probable.

Así, en 2011, cuando devoré por primera vez “La zona sucia”, mi cara se asemejó bastante a la famosa “pokerface”. Ni bien, ni mal. Esperaba más, la verdad, pero seguía siendo ‘mi Nacho’.
Una vez escuchado y reescuchado cientos de veces, puedo dar una valoración más fríamente, y sería algo como: Letras más flojas, poco atrevidas, música más endeble y lineal. Pero sigue teniendo su encanto.
¿Mis favoritas del disco? La gran broma final, Incendios y Lo que comen las brujas, aunque depende del momento. Todavía así puedo decir que ha conseguido ganarme, estoy exagerando bastante para poder quitarme este peso de encima.
Incluso fui a su concierto el 1 de abril en la sala Oasis de Zaragoza y me enamoró (más aún), aunque fuera tan borracho que no pudiera ni abrir los ojos, logró hacerme llorar con Va a empezar a llover.

Bueno, de todas formas yo seguía con la esperanza de que Nacho volviera a sus canciones desgarradoras y sin escrúpulos. Entonces llegó “Cómo hacer crac”. Un EP que tenía la intención de ser mucho más concienciado, más maduro (con canciones como la que pone título al EP o Dos bandos).
Aún no lo he escuchado lo suficiente como para juzgar de una manera más o menos objetiva, pero de momento lo que puedo decir es más de lo mismo, me ha dejado a medias…aunque me gusta la idea, y me gusta Relato de un error; no me gusta Mi nueva vida, ni la nueva tendencia de la voz de Nacho a abusar de esa ‘dejadez’ al final de las frases que se hace notar en estas canciones.

Tiempo al tiempo.

Que conste que no estoy decepcionada, simplemente necesito más margen para la asimilación. Vegas va a seguir siendo uno de los mejores cantautores españoles (y esto ya no es subjetivo), por mucho que pudiese meter la pata, ya está en la Historia. 
Yo seguiré usando sus canciones, sus frases, como referencia. Seguirá siendo mi monotema.




[Sábado, 3 de diciembre de 2011, 18:48]

Cuando te quema el frío si me coges de la mano.

 Arranque que me ha dado nada más despertarme de la siesta (hará menos de dos horas). Ha sido una sensación tan primitiva que esto ha de significar algo sí o sí, el tiempo dirá.


Partes, cuando partes.
Huyen despavoridas:
las que pueden se refugian en tu pelo,
las que no te retan,
simulando témpanos de hielo, 
que arden cuando no miras.
Están hambrientas, te desean.
Se alimentan de tu sombra,
dibujan titanes ante tu ventana.
¿Después? Pánico, polvo, ceniza.
Mil pedazos se desprenden de mí,
necesitan tu piel cobriza,
te inventan de la nada.
No quieren oír.

Qué hambre, qué lío mental, qué coño estoy haciendo. 
Hoy no puedo pensar, no doy para más.

PD: Mi admiración hacia Sabina no hace más que aumentar, ¿quién no querría saber escribir como él?


[Jueves, 1 de diciembre de 2011, 22:10]

Le vingt-cinq novembre.

[Este es un tema bastante peliagudo, sobre el que he hablado con muy pocas personas, pero como marca permanente que ya tengo dentro de mí, necesito sacarla y tenderla al sol, que seque la herida.
Sé que debería dedicarle esta entrada a lo que ahora mismo acontece en España: “lo que se nos viene encima”. No es que sea menos relevante que lo que te voy a contar hoy, simplemente prefiero dejarlo para el siguiente arrebato literario que cosquillee por mis dedos.]

Veinticinco de noviembre: Día internacional contra la violencia de género (¿qué ironía, eh?). Voy a intentar explicar por qué (lleve razón o no), me siento identificada con este día y lo que representa.

Casi a diario vemos en la televisión noticias de casos de violencia de género (sobre todo contra mujeres). Lo peor es que estos casos que llegan a nuestros oídos son sólo la punta del iceberg: aquellos casos en los que ya no hay solución. ¿Y la cantidad de mujeres que están siendo maltratadas y de las que no sabemos nada (ni sabremos), hasta que sea demasiado tarde? Es terrible.
Pero cuidado, no sólo existe la violencia física, también está aquella que no deja marca, un maltrato igual de denunciable pero mucho más difícil de detectar y de evidenciar: Manipulación, control, celos extremos, insultos. El maltrato al que yo hoy pongo voz.

 Al igual que no comprendo cómo alguien que dice quererte  hasta los confines de la tierra es capaz de pegarte una paliza, tampoco soy capaz de concebir que esa misma persona te trate de tal manera que acabes sumiéndote en una depresión y siendo víctima de graves  ataques de ansiedad. Eso sí, en aquel momento tú le comprendes, le defiendes, lo ves como algo normal o incluso, en el peor de los casos (en mi caso), te lo crees y te culpas a ti misma.

“No soy celoso, es que te quiero tanto que cuando te veo hablando con otro me vuelvo loco.”
“No es que no confíe en ti, es que eres tan bonita que cualquier hombre que se te acerque será porque quiere algo contigo.”
“Es que con esa falda tan corta todos los hombres te van a mirar por la calle, póntela sólo para mí.”
“¿Qué te pusiste ayer?, ¿qué hiciste?, ¿con quién estuviste?, ¿a dónde fuiste?, ¿con quién hablaste?, ¿quién es ése?, ¿de qué le conoces?, ¿intentó algo contigo? Me estás mintiendo.”

Te desvives por su persona, le das todo lo que te pide, y lo que no te pide, le eres fiel, besas el suelo por donde él pisa… ¿y qué hace ese hijo de la gran puta? te pisotea el orgullo, la dignidad, la autoestima, hasta la propia personalidad, y lo soluciona con un “te quiero” o cualquier palabra bonita.
Porque no, yo no soy la que era, ni lo seré. Bien lo saben mi familia y amigos, quienes sufrían y estuvieron intentando sacarme de ahí durante mucho tiempo y a los que no hice caso. Los trataba de locos y les decía “no lo entendéis, nos queremos.”    No, eso no es amor.

Me costó mucho abrir los ojos, me costó mucho darme cuenta de que la persona de la que estaba enamorada no existía, sino que era una máscara que él usaba para atraparme. Llorar, llorar, y llorar, eso es lo único que estuve haciendo durante meses.
No hay palabras suficientes para decir lo arrepentida que estoy por no haberles escuchado, y lo mucho que me gustaría volver a atrás. Lo siento.

Espero, yo del futuro, que hayas aprendido la lección y que, si vuelves a verte en la situación de hace un año (lo siento, sé que no te gusta recordarlo, pero es lo que hay), si alguien vuelve a decirte que no vales nada, que eres mierda, una zorra,  que nadie te quiere…no lo justifiques, no te lo creas, sea por la razón que sea, simplemente huye en la otra dirección. Lo sé, es más fácil decirlo que hacerlo, el amor a veces es traicionero, a veces no te deja ver más allá, a veces…a veces es mortal.
Espero, yo del futuro, que no vuelvas a caer…aunque tú y yo sabemos que ante el amor soy una mujer débil.


Mondúber (Nacho Vegas)


PD: Cabronazo.



[Viernes, 25 de noviembre de 2011, 15:53]

Qué traes contigo.

¿Qué detesto más que un dolor de muelas? Ir al dentista. Así que toca aguantarse.

Esto es insufrible, y ya no hablo del dolor...sino precisamente de lo contrario: la apatía. Odiosa compañera desde hace unas cuantas semanas. Que sí, que sí que siento algo, pero ¿de qué sirve si él está tan lejos? Que sí, que sí que me puede gustar alguno, pero de una forma bastante banal. Que sí, que soy feliz, y me río, y todo eso, pero sigue faltándome algo.

Quizá sea la forma que tengo de concebir estas cosas, bien sabe Dios (¡JÁ!) que soy una romántica...tal vez demasiado. Siempre he dicho que soy una mujer que nació para estar en pareja, detesto la soledad.
Si alguna persona de las que he conocido recientemente leyera esto se echaría a reír, y con razón. En todo este tiempo sólo he demostrado que me gustan mucho los hombres. Pero en el fondo hay más, es más complicado que eso. Puede que esto no sea más que una excusa barata, pero yo lo veo así:

Me siento tan terriblemente sola que me echo en brazos de cualquiera, a ver si siento algo, a ver si me cura. No lo hago con maldad, lo juro, es el puro miedo a la soledad lo que me empuja.

Sé que conoceré a alguien, alguien a quien dedicarle todo y por quien hacer estupideces (otra vez), eso es la vida...pero las ganas y la impaciencia se me comen por dentro. Mientras tanto estaré esperando aquí, con uno de mis opiáceos: Leonard Cohen.


[¿Por qué esta pésima entrada?, ¿por qué dedicarle tiempo y palabras a la apatía? Simplemente porque es otra de las mujeres a las que pretendo olvidar.]


[Sábado, 19 de noviembre de 2011, 18:20]

Todo me queda grande.

Vaya mierda de día.
Vaya mieeeerda de día.

Hoy me he dado cuenta de que esto me viene un poco, por no decir muy muy grande. ¿Y qué ha pasado? En vez de rebotarme y decir "voy a ponerme a ello y a por todas, que yo puedo", pues he hecho lo de siempre, venirme abajo.
Para colmo se ha puesto a llover y no me ha dado tiempo a domir la siesta, ¿resultado? Por si no estaba lo suficientemente tocada ya de por sí...hoy me he hundido (puedo ser muy dramática si me lo propongo).

Si fuera una persona normal supongo que lo que haría sería ponerme una música que me anime e intentar verle el lado positivo al asunto. Pero yo, bicho raro de mí (o así me veo), lo mejor que se me ocurre es ponerme a escuchar Nacho Vegas e irme de borrachera mortal.

No sé qué cojones me pasa. No sé qué me falta, qué necesito. Lo peor es que cuanto más lo pienso, más me acerco a saber la verdad y más miedo me da verle la cara. Tal vez por eso nunca llego al fondo del asunto, da miedo conocer el problema y sobre todo descubrir que no hay solución.

A partir de este momento me quedan dos opciones: Salir del agujero o hundirme más aún. Y conociéndome...

Crujidos (Nacho Vegas)


[Viernes, 4 de noviembre de 2011, 22:14]

De piel eléctrica.

No estoy nada satisfecha con mi manera de escribir, nada. No sé dónde está el fallo, pero espero que el blog éste me ayude a mejorar dentro de lo posible, y a ver si dejo de escribir como una niña de ocho años.

Aunque bueno, no me preguntes por qué (porque es totalmente irracional), sí hay un escrito mío que me gusta. Es una poesía que escribí pensando concretamente en una persona, pero que luego me di cuenta de que podía ser la descripción sobre qué pasa dentro de mí cuando siento algo por alguien, en general. De todas formas, no es una descripción fiel, siento muchísimas más cosas que no soy capaz de transcribir, sólo para que quede claro.

¡Ah, por cierto! Se me han ocurrido más cosas que detesto, como los ciempiés, la Iglesia, las medusas y el viento. Y cosas que me encantan: el hipo, estornudar y una coca-cola bien fría.

Volviendo a lo de antes, ahí va la chorrada, que sino mi cabecita no se queda contenta, vete tú a saber por qué.



Dicen que eres magnético,
que no eres humano.
Dicen que encadenas al mirar,
y destrozas al sonreír.
Que tu torpeza al hablar es irresistible,
que tu piel es eléctrica,
que sólo traes problemas.
Dicen que desmigas mentes,
y anudas gargantas.
Que te deslizas y que envuelves,
que desequilibras y lanzas por los aires,
que te quedas y desgarras.
Dicen que sí, que no,
que maldita la hora, y maldito el lugar.
Dicen que respirarte duele,
que eres capaz de hundirte en las entrañas de cualquiera,
y que cualquiera, no es cualquiera.



[Miércoles, 2 de noviembre de 2011, 17:31]

Little wing.

(Odio poner títulos a las entradas porque nunca sé qué poner.)

Para seguir en la línea egocéntrica y no perder la costumbre de procrastinar, voy a soltar hoy el rollazo sobre mí y sobre qué carajos hago yo en éste nuestro mundo. Podría escribir párrafos y párrafos sobre mí (¡cómo me quiero!), pero voy a intentar no irme por las ramas ni desvariar demasiado.

Bien, pues empiezo diciendo que me parece que soy una persona muy analítica, quizá demasiado, y por eso le he dado muchas vueltas a cómo soy...bueno, a todo, en realidad. Soy dserognaizada (pero con mi orden dentro del desorden, ya sabes). No me gusta hablar con ironía, para nada, qué va. Soy contradictoria a veces, y a veces no. También soy vaga, mucho, y apasionada a la vez, no sé cómo se compagina eso, pero creo que yo lo he hecho.
Me considero algo bipolar, pesimista y bastante sensible. Tal vez por eso me involucro mucho, demasiado, en la mayoría de las relaciones, y me hago ilusiones muy rápidamente.

Yo y el mundo:
¿Qué detesto? Las malas personas, la resaca, la injusticia, mi exnovio, la mala música, los deberes, la gente prepotente, soberbia y creída, la distancia, los mosquitos, que hablen por mí, las decepciones, dar volteretas, que no me contesten, las películas con final feliz (la mayoría), que me digan lo que tengo que hacer, y tantas otras cosas...

¿Qué me encanta? Los niños, escribir, los animales (sobre todo los perros), la gente inocente, saberme una canción, saber cosas, sin más, comer, beber y dormir, la música por encima de todas las cosas, el olor de los hombres (de manera más o menos inocente, no se malinterprete), leer y ver series/películas, una sonrisa bonita, besar, me encanta besar, pasar una noche genial con amigos y sin parar de reír, el campo...y millones de cosas más.

Suficiente por hoy.



[Martes, 1 de noviembre de 2011, 18:38]

Peanut butter cookies.

Bueno, y para que mi yo del futuro no se pregunte por qué coño se me ocurrió hacer esta gilipollez, ahí van algunas respuestas:

¿Por qué "Slice of life"? Pues porque ése es, nada más y nada menos, que el nombre del barco del maestro "Dexter". Sí, vaya chorrada, pero algún nombre tenía que ponerle...llámame bicho raro.

¿Por qué el 31 de octubre de 2011? Aunque ya llevaba un tiempo queriendo hacerlo, ha sido una fecha al azar, un gran ejemplo más del nivel al que he llevado el arte de procrastinar: tenía millones de cosas mejores que hacer, pero ea, donde esté perder el tiempo o dormir la siesta...

Y...¿por qué?, simplemente ¿por qué? Porque necesito poner mi cabeza en orden, desahogarme y ¡qué coño!, dentro de unos años seguro que me echo unas risas.


[Martes, 1 de noviembre de 2011, 00:41]

miércoles, 27 de agosto de 2014

Nuevos planes, idénticas estrategias.

"La mejor manera de olvidar a una mujer es convirtiéndola en literatura".  (Henry Miller)



    Por suerte, en mi vida ya no hay nadie a quien quiera olvidar. Sin embargo, una voz dentro de mí me grita, me zarandea y me impulsa a coger un bolígrafo, un lápiz, o cualquier cosa que encuentre cerca y me pone a escribir cosas absurdas, que ni yo consigo descifrar, que parecen salir de mi propio animal interior.

    He ahí la razón de este arranque de egocentrismo (incluso el fondo es una foto mía), haciendo un blog sobre mí y para mí, como si a un jodida persona en este jodido mundo le fuera a importar una jodida palabra de mi jodida boca. Dejando dramatismos a un lado, lo que quiero decir es que necesito esto, necesito escribir como terapia curativa, como purificación; necesito un rescate urgente y nadie de fuera va a venir a salvarme, así que ¡movamos el culo de una vez!

   Así, quizá, con un poco de suerte, acabe olvidando a esta mujer apática, torpe, errática, y realmente jodida que vive en mí y me destroza la casa.


[Lunes, 31 de octubre de 2011, 12:30]